La vida de X

Narrativa. Novela sobre un ciudadano asocial.

jueves, mayo 25, 2006

Capítulo 10: El amigo

X conserva, aún a pesar de su actitud asocial, un amigo. Cuando se siente optimista, le llama, simplemente para mantener una conversación. X considera a Fernando, su compañero de infancia, digno de seguir su conversación. Es una persona sencilla, limpia de droga, sin vanidad. No aceptó la trampa de la cultura de la evasión, no cayó en la inestabilidad perpetua que persigue a X. X le admira por eso, y se fija en su actitud en cada encuentro. Hoy, viernes, ha de encontrarse con él.
" Hola, ¿cómo andas? ", espeta X, mirando el rostro ordenado de su amigo. " Bien, agobiado por los estudios ". X admira que él haya seguido estudiando, aún cuando en la infancia no le eran cómodos los exámenes, y vacilaba en ocasiones. " ¿Cómo sigue tu vocación de músico? ¿Terminaste la carrera definitivamente? ". X observa a su amigo, que le conoce tan bien, y sabe que su interés no es fatuo. " Sí, aunque aún queda un hueso, estoy a punto de terminarlos. He encontrado una nueva escuela donde seguiré intentando mejorar el lenguaje ". Fernando es un músico excelente, guitarrista, dotado de una memoria y capacidad de abstracción envidiables. X le envidia, envidia su perseverancia.
Fernando observa el rostro demacrado de x. " Estás más delgado, sigues a base de pasta y arroz, verdad ". " Ya sabes, el veneno es caro ". El rostro de su amigo cambia el tono, ante la certeza de la incosistencia de X frente a las drogas. " Aún recuerdo cuando, siendo adolescentes, vivíamos en el exceso. ¿Recuerdas?. Ese gigantesco cigarrillo de hachis en tu casa, rodeado de amigos ricos ". Fernando habla de aquello como de un episodio de adolescente. X se siente adolescente. " Ya sabes, sigo liando ". Conforme avanza la conversación, Fernando se muestra condescendiente, pero distante. X cae en la verborrea. " El thc es la droga más inocua, y yo sigo viviendo en el exceso ". Fernando replica, seguro. " Sabes que el exceso pasa factura ". X replica en sarcasmo evasivo. " Tanto como la cerveza, y las legales. Todos se atiborran a drogas legales. Debiera haber sido musulmán ". Fernando sonrie. " ¿Sigues escribiendo? ". X replica: " El trabajo me absorve, y mi día libre es eso, un día libre. No escribo a penas nada, más que recortes de poemas, relatos cortos ". " No se te daba mal, sabes que deberías seguir ". Fernando es la imagen del sentido del deber.
El café humea frente a X. Recuerda junto a Fernando aquellas tardes adolescentes, cuando sus padres se ausentaban, dando pie a dantescas reuniones de conocidos, interesados en posada y veneno. Ambos sienten nostalgia por su radical comportamiento, pero el tiempo siempre vence a la nostalgia. " Debo irme, me esperan ", desliza Fernando con habilidad. X podría seguir hablando una o dos horas más. Es vanidoso escucharse a uno mismo. Pero advierte la petición de su amigo. La taza de café ya está vacia, desde hace tiempo. Es tiempo de irse. " De acuerdo, hablaremos otro día con más calma. Podríamos hacer algo relacionado con el arte, codo con codo ". Fernando sonrie. " Dalo por hecho ".
X ha caido de nuevo en la verborrea. El brío del café ocupó tres cuartos de su conversación. Pero al menos se da cuenta de que tiene un amigo. Alguien que está a su altura.

1 comentarios:

Blogger Angel y Demonio ha dicho...

Gracias por visitar mi blog! Yo, como te dije, seguiré visitandote y opinando. Qué le pasa a este pobre X... es que acaso su sensiblidad fue superior y optó por evadirse y ya no sufrir con la realidad? (muy pisciano) Me gustó tu post! Nos leemos!

3:36 p. m.  

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