La vida de X

Narrativa. Novela sobre un ciudadano asocial.

viernes, mayo 19, 2006

Capítulo 6: El Camello, el león y el niño.

Por fin. La semana ha pasado. X ha conseguido dormir a base de lexatín, y otros calmantes. Ha adecentado su agujero, y tiene cita con su propio psiquiatra, su dealer.
Bien vestido, como quien va a hacer un trato importante, o cobrar un testamento. La mejor de sus colonias. Se siente fuerte. Tiene el dinero. Camina para entrar al vagón de ida. Nuestro antiheroe tiene un día entero para volar, y otro para volver al mundo. Ha hecho un nuevo presupuesto autocomplaciente. No tiene ningún compromiso. Hace tiempo que no ve a nadie, perdió todo contacto con sus antiguos conocidos. Les ve una vez cada seis meses, cuando ellos consiguen encontrarle, o se siente animado. Hoy no es el caso.

X nunca pagaría a una prostituta, nunca publicaría un anuncio en una lista de contactos, nunca trataría con una extraña un tema genital. Es suficientemente culto para eso.

Reafirma en su cabeza el protocolo: entrar en la casa, conseguirlo, pagarlo, tener una conversación condescendiente, asertiva, y en menos de veinte minutos huir del lugar. No consumir con el camello, ya que entonces volvería volando por los andenes. Y eso no es de su agrado.

Enfila la calle Alcalá, terminado el trayecto suburbano. Manosea los billetes mientras camina hacia la casa de su vendedor preferente, un individuo qe dejó la pasta de coca autosuministrandose y vendiendo marihuana de alta calidad. El producto es caro, pero original. X conoce lo que vale un buen trato. 6o euros por media hueva de hachis de segunda, casi sin cortar, y dos bolsas de marihuana.

Llama al telefonillo. Una voz cansada, le dice que entre. Oye el sonido agudo de apertura, y empuja. Sube acelerado las escaleras, mientras se repite el protocolo. X no gusta de ser visto mientras se convierte en león.

4º B. El individuo, hinchado y sonriente, le abre la puerta. X no recuerda su nombre, siempre evita llamarle por él. X siempre olvida los nombres. Forma parte de sus habilidades sociales.

" ¿Cómo andas? ", pregunta el camello hinchado. " Como siempre, buscando refugio ". X pasa a un cuarto de casa medio burguesa. Percibe el olor de limpio, de lejía. El camello abre la puerta de un pequeño armario, donde crece el remedio. X observa, envidioso, celoso, una planta enorme y saludable. El olor le inunda las fosas nasales. " Mira como tengo a mis niñas, están bien, ¿verdad? ". " Más que bien ", musita X. X no tiene valor ni sangre fría para ser camello. Ahora se arrepiente de no tenerlo.

" ¿Cuánto quieres? " El hinchado es directo. " Medio, y dos bolsas ". " Correcto, amigo, eso es ser buen cliente. Odio a los chavalines que quieren que les venda 10 euros cada tarde ". El hinchado se mueve lentamente, hacia el armario. Allí si que hay droga acumulada. Una bolsa inmensa llena de huevas de hachis, cogollos secando envueltos en papel de periódico. X comienza a sonreir. Pronto lo tendrá en sus manos. " Toma, el dinero ", afirma X con voz clara y firme." Pero quédate a fumar un porrito conmigo, amigo. ¿Hoy también tienes prisa? ". X sigue el protocolo. " He quedado, amigo. Si no me colocaría gustoso contigo ".

X camina. Ya en la calle, no para de sonreir. Hoy hay fiesta en su agujero. Erik Satie, y la viuda blanca. Hoy leerá de nuevo las tres transformaciones del espíritu: el camello, el león, y el niño.

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