La vida de X

Narrativa. Novela sobre un ciudadano asocial.

lunes, mayo 15, 2006

Capítulo 2: La condición de ser burgués.

X aún tiene tiempo, previamente dopado, de leer el periódico digital. Su condición de antiguo aburguesado le llevo a contratar banda ancha. Cree que la necesita, como cualquier otro producto de consumo. " Todos creemos que los necesitamos, jodidos publicistas ", piensa, mientras lee la parafernalia de los socialdemócratas. Esa es su propia manera de justificarse el voto, aún cuando les desprecia. Leerles y escucharles cada día.

Fuencarral hierve en gente que sale del trabajo, y busca sus sedantes en compañía de novias, amigos, conocidos, o simplemente compañeros de sedantes. " Un hábito une más que una acción noble ". X es hiperactivo. No puede nunca parar de pensar.

De pronto, repara en que algo habrá de comer antes de acometer su tarea nocturna. Como de costumbre, el bar le proveerá de carbohidratos en una receta mágica, tanto como nacional. Tortilla de patatas, en una barra de pan. Quinientas viejas pesetas. Reflexiona sobre su sobrepeso, sobre los manidos hábitos saludables, y el mito de la dieta mediterránea. Y al instante, previo hecho un nuevo presupuesto en sus pensamientos, reflexiona en la gran mentira de la calidad de vida.

" Ya estoy limpio, ya estoy dopado, y tengo para una barra de pan " A X le gusta sintetizar las cosas, no gusta de circunloquios. Excepto cuando son producto del tetrahidrocanabinol.

El diario es previsible. Condena toda acción de la oposición conservadora, aún cuando sus manifestaciones son horriblemente, y por desgracia, más dignas que la parafernalia socialdemócrata. X fue un comunista hijo de papá. Ahora, claro, vota socialdemócrata. Sin embargo, el mito del Estado paternalista le tiene tan confundido, como el maltrato que sufrió por parte de sus aburguesados papas. Busca a su padre en el estado, que ironía. " El Estado es el padre de los ateos, y lo quieren desmontar esta bandada de cerdos conservadores ". Es saludable maldecir antes de entrar a trabajar.

Es la hora. Es tiempo de coger los trenes para ir a trabajar. X odia la red de transporte público, su traqueteo chirriante, su talante impersonal. " Es hora de ir a tu empleo ", piensa, maldiciendo contra papá Estado. " Es tan incómodo haber sido burgués... ".

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